Ángel Roca nació Miranda (Cartagena). Fue un hombre dedicado al campo, a la albañilería, en la refinería de Escombreras y al mundo militar de voluntario, hecho que le llevó a destacar por su afición a la lectura y por haber cursado estudios nocturnos mientras se dedicaba al trabajo de la construcción. Desde muy joven demostró inquietud por las personas mayores que, en zonas de ocio, echaban “chascarrillos”, improvisaciones, coplas repentizadas. Fue así que su primera copla improvisada fue con once o doce años en las Casas del Cura de Miranda, entre gentes como Antón Riquelme. Debido a su faceta, en poco tiempo llegó a ser el guía de aguilandos (o guión) de la Cuadrilla de Miranda, de hecho,
cuando empezó a trabajar en la refinería de Escombreras con quince años y con dieciséis ingresó de voluntario en el ejército, ya tenía experiencia improvisando. Como militar estuvo en La Ribera de San Javier, para lo cual ser destinado en la Escuela de la Legión en Alicante, lugar donde tuvo un gran aprendizaje, y tras volver a La Ribera, se licenció como Cabo 1º siendo un soldado bastante adelantado debido a su formación intelectual y su pasión por la lectura algo inusual en aquella época. Tras ello trabajó en la Policía Municipal y, más tarde, en el Banco Santander.
José María Marín, el gran Rey de los troveros, natural de La Palma pero de linaje de Pozo-Estrecho. “Picardías” llegó a ser “cantaor” de Marín y “Cantares”, siendo crío, pudo verlo trovar. Fíjense si la fama de Ángel Roca se hizo notable en los años cincuenta que, con tan solo 17 o 18 años, en el Cine Mery de La Unión (cine situado en la Calle Mayor), Ángel Roca, acompañado de su “cantaor” Pepe Vidal, se enfrentaría a su maestro “Picardías” delante de un concurrido público unionense en el año 55, seis años antes del inicio del afamado Festival del Cante de las Minas (1961). Es así que durante esta década cosecharon un gran trasiego: La Aljorra, Molinos de Marfagones, Los Dolores, Santa Ana, Miranda, Lobosillo, La Mina, etc. Lo más importante en la carrera de Ángel Roca fue la de situarse, con veinte años, en la cima del Trovo cartagenero, del Trovo Murciano. Fue así que, aunque no pudo trovar con Ballesta (ya que este murió cuando Ángel tenía seis años), pudo hacerlo con Galindo, el trovero ciego de El Llano del Beal (por cierto, hecho que le llevó a que don Francisco Celdrán Conesa, el rico potentado de minas, le pidiera una Velada Trovera particular en la Casa Grande a las afueras de Cartagena). También pudo trovar con Gregorio Madrid, el gran trovero de Los Dolores de Torre-Pacheco, según Ángel Roca, un trovero sublime muy superior a muchos que después le han precedido. dicho trovero era heredero de la gran primera época de José María Marín y Manuel García Tortosa “El Minero”.
También ha trovado Ángel con otros antiguos como “El Retal” o también Joaquín Madrid, este último de La Aljorra, y entre las muchas cosas que hizo a favor del Trovo, estuvo la de homenajear a José Castillo, al trovero almeriense que, junto a Marín y “El Minero” formaron el gran tridente trovero de nuestra historia, considerándose los Tres Puntales de Oro. Además, si hoy en día tenemos Veladas Troveras es gracias a los tres Puntales de Plata ya que fueron ellos quienes las resurgieron, y en particular Ángel Roca, inventó el llamado Piropo Trovero, variante viva hoy en día en las Veladas Troveras, en un momento en el que era necesario renovar las muestras poéticas. Sería en Fuente Álamo donde tendría lugar por primera vez el Piropo Trovero, en los años 60-65. Además, Ángel Roca trovó y cosechó excelentes Veladas Troveras junto a José Ruiz, más conocido como Pepe “El Santapolero” o “El Lotero de Fuente Álamo”. También pudo conocer y trovar junto al Tío David Castejón que, aunque venía de la primera época de oro, la época de los Puntales Marín- “Minero”-Castillo, lo conoció mucho
después. Lo cierto es que Ángel Roca demostró a lo largo de su carrera artística dos variantes más: la de investigador de la Historia del Trovo como así ha dejado patentado en las tres ediciones de la Historia del Trovo como en libros como La Guitarra y la Pluma o El Trovero Marín, también ha sido una persona muy vinculada con la poesía cosechando con ello varios éxitos como la Flor Natural de San Javier, el Primer Premio de Habaneras escritas en Torrevieja (Alicante), la Flor Natural de Cartagena así como su Primer Premio por su “Canto a Cartagena”, hecho e idea que le llevó a construir el “Himno de Cartagena” que todos hoy conocemos, escrito por él, claro está. También en su haber está el “Himno de la Marina” y el “Himno de los Submarinos”, tan conocido como el mencionado “Himno a Cartagena”.
Sea y como fuere, y volviendo al mundo del Trovo, puesto que su quehacer es bastante extenso, Ángel Roca formó parte del primer Grupo Trovero de la Huerta de Murcia, formado entonces por José Travel Montoya “El Repuntín”, Andrés Cegarra “El Conejo II”, José Martínez “El Taxista” y nuestro homenajeado. Y es junto a los anteriormente mencionados, fundador da la Asociación Trovera José María Marín de La Palma (Cartagena), pueblo natal de José María Marín. Ha llevado el Trovo como arte escénico no solo a la Región de Murcia sino allende de nuestras fronteras, incluida la Real Academia de la Lengua, sino también fuera de España. Y en lo que respecta a su palmarés en el denominado Concurso Nacional de Trovo, es el trovero que más Primeros Premios Absolutos ostenta con un total de seis.
Amigos, familia toda del Trovo, es para mí un honor llamar al estrado al Decano del Trovo, don Ángel Roca Martínez, el Decano del Trovo, el Puntal de Plata de nuestra Historia Trovera, para hacerle entrega de este distintivo como homenaje a toda su carrera como Trovero, Poeta e Historiador del Trovo y además el primero que se le hace en el entorno de la ciudad de Murcia. Va a hacerles entrega de tan distinguido homenaje por toda una trayectoria va a hacerle entrega el alcalde pedáneo de Las Arboleja con todo el cariño y aplauso del públco. Con todos ustedes Ángel Roca.